Sobre Cirdi 2024

La adopción de la Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancia (CIRDI) por la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) en 2013, significó un avance sustancial en el reconocimiento de las desigualdades basadas en el racismo, en una región donde el racismo y la discriminación racial han sido sistemáticamente negados. La existencia de un instrumento de esta naturaleza fue un primer paso necesario para la visibilidad y la lucha contra la discriminación racial y étnica.

Si bien la Convención Interamericana contra el Racismo tiene un gran potencial para lograr el objetivo de reconocer, abordar, reparar y erradicar el racismo, la discriminación racial y todas las formas de intolerancia, su desestimación y falta de ratificación por parte de los Estados de la región no ha permitido el uso eficaz de este instrumento. Con un aumento de los delitos de odio motivados por la raza, el color, el linaje y el origen nacional o étnico en la región, la Convención Interamericana contra el Racismo no puede ser relegada ni olvidada.

En el marco del Decenio Internacional de los Afrodescendientes (2014-2024), el Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos busca promover en mayor escala la ratificación e implementación de la Convención Interamericana contra el Racismo. Para ello,  ha lanzado la campaña “Hacia una región libre de discriminación racial”, cuyo objetivo es  lograr la ratificación e implementación universal de la Convención Interamericana contra el Racismo para el 2024.

Raza e Igualdad tiene el compromiso de aumentar la conciencia sobre los beneficios de la CIRDI, compartir buenas prácticas de Estado, así como ampliar nuestro compromiso institucional con gobiernos, organizaciones internacionales, organizaciones de la sociedad civil y otras partes interesadas relevantes. La campaña de Raza e Igualdad ayudará a los gobiernos a superar los desafíos particulares que se interponen en el camino de la ratificación y la implementación total, como las brechas en los recursos, la capacidad humana y la experiencia técnica.